martes, 9 de diciembre de 2008

Manglares De Tumbes




COCODRILO DE TUMBES (American crocodile)
Crocodylus acutus



RESUMEN

El cocodrilo americano es la segunda especie de cocodrilo más ampliamente distribuida en el Nuevo Mundo, estando presente desde Florida, por el Caribe hacia la costa norte de América del Sur y en la costa Pacifica desde el sur de México hacia el norte de Perú. Se estima que la población silvestre es de 10000 a 20000 individuos. En general la población se está recuperando gradualmente en los Estados Unidos, algunos datos de investigaciones relativamente pobres en América Central y del Sur indican la existencia de algunas poblaciones estables y otras que aún están declinando. El hábitat de la especie consiste de zonas costeras de agua dulce o salobre. Está considerada como especie vulnerable por la UICN, siendo sus mayores amenazas la cacería ilegal y la destrucción de su hábitat. Se recomienda hacer una evaluación y monitoreo constante de las poblaciones dentro de Perú y Ecuador.
DISTRIBUCIÓN

El cocodrilo americano es la segunda especie de cocodrilo más ampliamente distribuida en el Nuevo Mundo, estando presente desde la punta sur de Florida, las costas Pacífica y Atlántica del sur de México, América Central y en el norte de Sudamérica; así como también en las islas del Caribe de Cuba, Jamaica y Española. En el Ecuador solo vive en la Costa, en diversos ecosistemas dulceacuícolas y costeros como ríos, lagunas, estuarios y manglares. El Perú es el límite sur de distribución de esta especie, siendo considerada rara en esta región (Escobedo & Mejía 2003a, 2003b).
POBLACIÓN

Se estima que la población silvestre es de 10000 a 20000 individuos. En general la población se está recuperando gradualmente en los Estados Unidos, algunos datos de investigaciones relativamente escasas en América Central y del Sur indican la existencia de algunas poblaciones estables pero otras en declive. En el primer censo realizado en 1970 en Perú, se halló un escaso número de individuos en la cuenca del río Tumbes, distribuidos en dos sub-poblaciones, una en los esteros y manglares de la cuenca del río Tumbes dentro del Santuario Nacional Manglares de Tumbes, y la otra aislada en una zona de bosque seco ubicada entre la zona de caño del Mango, Tigre y Ucumares dentro del Parque Nacional Cerros de Amotape y del entonces Bosque Nacional de Tumbes (Vásquez y Pickens, 1995). En el Perú, en 1997, miembros del Grupo de Especialistas de Cocodrilos determinaron la presencia de no más de seis parejas reproductivas de C. acutus en la cuenca del río Tumbes. Esto sugiere que debería existir una estructura metapoblacional formada por las poblaciones de la cuenca del río Tumbes y las presentes cerca de la frontera entre Perú y Ecuador (Medem, 1983), lo cual significa que existiría un flujo genético gracias a migraciones de individuos entre ambas poblaciones (Ives y Whitlock, 2002).
TENDENCIA POBLACIONAL

Se ha inferido que la población mundial está declinando a una tasa mayor del 20% cada 3 generaciones. Esto debido a la reducción en la extensión de ocurrencia de la especie. No se conocen datos actuales para Perú o Ecuador.



ECOLOGÍA



El hábitat de Cocodrilus acutus consiste principalmente en zonas costeras de agua dulce o salobre, tales como las secciones de agua salada de los ríos, lagunas costeras y manglares. Los cocodrilos en estas condiciones osmorregulan principalmente tomando el agua dulce disponible. Sin embargo, se conocen poblaciones de áreas con agua dulce localizadas tierra adentro, incluyendo varios reservorios. Puede atravesar considerables extensiones de tierra en búsqueda de nuevos hábitats. Es una especie de hábitos nocturnos. Lance (1987) determinó que los cocodrilos han ligado su ciclo reproductivo a los cambios estacionales de acuerdo al ambiente. Las hembras alcanzan la madurez sexual con una longitud menor que los machos, por encima de los 2,1 m de longitud total y con una edad mínima de ocho años. Los machos parecen mostrar actividad sexual después de los 2,5 m en estado silvestre, sin embargo parece haber un patrón fisiológico que hace difícil que un macho de tallas menores a 2,5 m sea fértil (Thorbjarnarson, 1988). En Tumbes, al parecer la época reproductiva de C. acutus comienza en los meses de agosto y septiembre con la selección del sitio para la postura de huevos, mientras que en diciembre y enero se da la eclosión (Escobedo 2004). La puesta de los huevos se da durante las épocas secas, pues las inundaciones pueden matarlos. Normalmente depositan entre 20 a 60 huevos que eclosionan después de tres meses.Su dieta es variada, pero comen sobre todo peces, tortugas, aves y cangrejos. Los juveniles comen peces e invertebrados. Hay muy pocos reportes de ataques a humanos. En la actualidad se conoce también que los contrastes de temperatura son uno de los factores que afectan la distribución del Cocodrilo de Tumbes (Kushlan y Mazzotti, 1989a). La temperatura, además de tener repercusiones en la distribución del Cocodrilo de Tumbes, podría estar afectando directamente la viabilidad poblacional, ya que el sexo de los cocodrilos al igual que de otros reptiles está determinado por la temperatura (Bull y Charnov, 1989). Aguilar (1995) determinó que a temperaturas de 30 y 34 ºC se producen 100% hembras y a 32 ºC se da una proporción de 1:1 machos y hembras.
ESTATUS DE CONSERVACIÓN

Está considerada como vulnerable a la extinción a escala mundial según los criterios de la UICN (VU A1ac; 1994) y está en el Apéndice I de la CITES. En Perú el INRENA la considera una especie en peligro crítico. El especie también esta protegida en el Ecuador

AMENAZAS

Entre los años de 1930 y 1960 el número de las poblaciones sufrieron un grave descenso debido a la demanda de las pieles de alta calidad de esta especie. Actualmente, la cacería ilegal combinada con la destrucción del hábitat (ej. destrucción de los manglares costeros en Ecuador para el desarrollo de la acuicultura para el cultivo de langostinos) son las amenazas más inmediatas. Es un hecho que las poblaciones humanas están creciendo, lo cual genera presión sobre el desarrollo de los humedales en la zona de Tumbes, desplazando a los cocodrilos. Además, la deforestación debido a las diferentes actividades antrópicas en las márgenes del río Tumbes y en los esteros, estaría reduciendo y modificando las zonas potenciales de anidación para el Cocodrilo de Tumbes, lo cual también estaría disminuyendo su viabilidad a futuro.
ACCIONES TOMADAS

está completamente protegido en la mayoría de países donde ocurre, pero la aplicación de esta protección es frecuentemente inadecuada – a pesar de que existan planes de manejo en 8 países de su rango, la legislación no es efectiva o simplemente no se aplica. Además, puede ser difícil distinguir la piel de otras especies de cocodrilos haciendo que las regulaciones sean más difíciles. Debido a la disminución de la población de C. acutus en la zona norte de Perú, el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (FONDEPES) ha desarrollado un programa de manejo en cautiverio desde hace varios años con el fin de repoblar la región. Este proyecto comenzó con 22 individuos, una hembra adulta, dos sub-adultos y 19 juveniles (Lariera et al., 1997) y en la actualidad cuentan con 150 adultos y 95 juveniles, debido al éxito reproductivo en los últimos años (K. Ramírez, 2004 com. Pers

RECOMENDACIONES DE CONSERVACIÓN

• En cuanto a la población de C. acutus, sólo el monitoreo constante, secuencial por períodos largos de tiempo o por varios períodos reproductivos en diferentes puntos de áreas disponibles de hábitat de la especie, permitirá determinar la capacidad de carga de ese ecosistema.• Desarrollar iniciativas para proteger los humedales y manglares de la región.• Implementación de la legislación que protege la especie y su hábitat. • Reintroducción de la especie en zonas donde ha sido exterminado.




martes, 16 de septiembre de 2008

Aves endemicas de Piura

Aves Endemicas de Piura

Aves y endemismo en los bosques relictos de la vertiente occidental andina del norte del Perú y sur del Ecuador
Birds and endemism in relict forests on western slopes of the North Peruvian and South Ecuadorian Andes
Jeremy N. M. Flanagan
1, Irma Franke2, Letty Salinas2
1 Naturaleza & Cultura Internacional. Sullana, Perú. 2 Museo de Historia Natural y Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima, Perú.
Número especial: Bosques relictos del NO de Perú y SO de Ecuador Weigend, Rodríguez y Arana (Comps.) Publicado online: 08/12/05
Resumen
Los bosques relictos de las vertientes occidentales de los Andes del norte del Perú y el sur del Ecuador forman parte de dos regiones, una la denominada región de endemismo tumbesina (caracterizada principalmente por bosques secos) y otra, en altitudes mayores, la región de endemismo del sur de los Andes centrales (caracterizada por bosques nublados y páramo). La región tumbesina es reconocida por albergar gran cantidad de aves endémicas, muchas de las cuales están amenazadas, y también por el alto grado de deforestación y fragmentación de sus hábitats naturales. Este artículo presenta un resumen del estado de conservación de dichas aves y bosques, con recomendaciones para mejorar la conservación de los últimos bosques de la vertiente occidental.
Palabras clave: Aves endémicas, Vertiente Occidentales de los Andes, Región Tumbesina, Región del sur de los Andes centrales, bosques relictos.
Abstract
The relict forests of the west slopes of the Andes of northern Peru and southern Ecuador form part of the Tumbesian Endemic Bird Area (characterized by dry forests) and at higher altitudes the Southern Central Andes Endemic Bird Area (characterized by cloud forests and paramo). The Tumbesian Region is recognized for its high level of endemic birds, many of which are threatened and also for the high level of deforestation and fragmentation of its natural habitats. This article presents an overview of the state of conservation of these birds and forests, with recommendations for improving the conservation of the last forests of the western slope.
Key words: Endemic birds, Western slopes of Andes, Tumbesian region, Southern Central Andes, Relict forests.
Introducción
Los bosques relictos de las vertientes occidentales de los Andes del norte del Perú y sur de Ecuador representan un complejo variado de formaciones florísticas distribuidas entre los 400 y 3600 m de altitud. En términos ornitológicos, la zona forma parte de dos regiones de endemismo para aves (Stattersfield et al., 1998); la región tumbesina y la región del sur de los Andes centrales. Otra región de endemismo con mayor presencia en el Ecuador es la región de los páramos de los Andes centrales, mientras que en Perú la región de los altos Andes peruanos tiene cierta influencia en la parte sur del área de interés. Una especie endémica o de rango restringida se define como aquella que tiene un área de distribución menor que 50000 km2 (Stattersfield et al., 1998).
Se debe destacar que los límites entre regiones de endemismo no son estrictos, debido a que existen bosques con avifauna típica del bosque seco (o la región tumbesina) y del bosque nublado (o región del sur de los Andes centrales). Existen también zonas con gradientes de vegetación relacionadas con la altitud de bosques, los cuales son más secos a altitudes menores y bosques más húmedos a altitudes mayores. Sin embargo, es cada vez más difícil encontrar bosques con esta variedad en altitud; aunque algunos sitios, como la zona de Vilcabamba en el límite del Parque Nacional Podocarpus en Ecuador, el bosque de Cuyas en Ayabaca (Departamento de Piura, Perú), el valle del río Saña y la zona reservada de Laquipampa (ambos en el Departamento de Lambayeque, Perú), aún guardan interesantes grupos de avifauna de las dos regiones de endemismo. Sin embargo, el paisaje general hoy en día es de bosques fragmentados, con poca o nula continuidad en altitud, quedando remanentes de bosque a diferentes niveles altitudinales.
Dada la continua deforestación y fragmentación de los últimos relictos de bosques, muchas especies de aves están clasificadas como en peligro de extinción (Tabla 1), por lo que urgen medidas para conservarlas. El propósito entonces de este artículo es exponer, en términos generales, la importancia de la avifauna y su conservación como aporte al Taller de bosques relictos de la vertiente occidental de los Andes del norte del Perú, llevado a cabo durante el X Congreso Nacional de Botánica, Trujillo (2-4 mayo, 2004), con el fin de armonizar el estado de conocimiento de esta zona entre científicos de diferentes ramas de la ecología.

En términos geopolíticos, este artículo está restringido a información de los departamentos de Piura, Lambayeque, Cajamarca, La Libertad y Áncash en el Perú y las provincias de Loja, Azuay, Guayas y El Oro en el Ecuador.
Regiones de endemismo
En la conservación de la biodiversidad el tema de endemismo es un criterio importante debido a que estas especies, con rangos de distribución restringida, son más susceptibles a la extinción. Esto está reflejado en el hecho de que de las 62 especies de aves que se han extinguido en el mundo en los últimos 200 años, un 80% tenía rangos restringidos (Stattersfield et al., 1998). También se debe considerar que entre las aves hay especies con requerimientos ecológicos muy estrechos (especialistas), que dependen de un cierto tipo de hábitat, mientras otras especies existen en una amplia gama de hábitats (generalistas). En este sentido, no toda especie endémica enfrenta amenazas sobre su supervivencia y en cierto modo son las especies endémicas y con requerimientos ecológicos estrechos las que tienen mayor probabilidad de estar en situaciones de vulnerabilidad.
Vinculado al tema de especies endémicas está el de las regiones de endemismo o áreas de aves endémicas, las cuales son simplemente zonas donde dos o más especies endémicas se superponen en distribución. Los conceptos de lo que constituye una especie o región endémica depende del criterio que se utilice, siendo Stattersfield et al. (1998) los que proveen el análisis más completo y global hasta la fecha sobre estos temas en aves. Debe notarse que no todas las especies endémicas de una región compartirán exactamente los mismos requerimientos ecológicos. En algunos casos hay una diferencia marcada entre los hábitats de distintas especies, tanto que, por ejemplo, dos especies de la misma región de endemismo jamás podrían ser encontradas juntas. Sin embargo, la importancia de tales regiones radica en que presentan oportunidades para una sola iniciativa de conservación (por ejemplo, la adquisición de un bosque), lo que puede resultar beneficioso para más de una especie amenazada. También, el concepto permite una dar prioridad a sitios en función del número de especies endémicas, número de especies amenazadas, grado de deforestación o alteración de los hábitats naturales, etc. Considerando ello, la región de endemismo tumbesina está clasificada entre las áreas de endemismo de mayor importancia del mundo.
De las 218 regiones de endemismo identificadas en el mundo, la tumbesina está entre las cuatro primeras de mayor importancia (Stattersfield et al., 1998). Extendida a lo largo de la costa de Ecuador y el norte de Perú (Fig. 1), la región es conocida por albergar por lo menos 55 especies endémicas, de las cuales sólo tres no están registradas en el Perú. De estas 55 especies endémicas 16 son actualmente consideradas como amenazadas (Bird Life Internacional, 2004). Los bosques de la región varían entre matorral desértico, bosque seco y bosques más húmedos a altitudes mayores. Aunque esta región tiene una extensión de unos 130000 km2, la mayor parte de los bosques naturales ya han sido destruidos.
La otra región de interés es la del sur de los Andes centrales, que se extiende en parches desde el centro del Ecuador hasta la parte alta de la cuenca del Marañón, cubriendo en total una extensión de unos 10000 km2 (
Figura 1). El hábitat se caracteriza por bosques tropicales de montaña y bosques nublados, entre los 1500 a 3500 m. Se considera que hay ocho especies endémicas a esta región, de las cuales dos están amenazadas.

Las aves amenazadas de la vertiente occidental
El área de interés de la vertiente occidental de los Andes del norte de Perú y sur del Ecuador cubre la distribución de unas 20 especies clasificadas como amenazadas y otras 10 más consideradas como casi amenazadas (
Tabla 1). Para algunas especies de muy restringida distribución, como la Pava Aliblanca (Penelope albipennis), la conservación de los últimos relictos de bosques es crítica, dado que su distribución es completamente restringida a esta vertiente.
Las especies de interés, en base a Bird Life Internacional (2000, 2003 y 2004), se presentan a continuación:
Crypturellus transfasciatus - Perdiz Cejipálida: especie endémica de la región tumbesina. Vive en el piso dentro del bosque seco deciduo. Mayormente encontrada debajo de los 800 m, aunque se ha registrado localmente hasta los 1600 m en la provincia de Loja. Clasificada como: casi amenazada.
Vultur gryphus - Cóndor Andino: de amplia distribución en América del Sur, sin embargo sus poblaciones están en declive y califica como casi amenazada. Aunque está asociada con las alturas de los Andes, se ha registrado también en la costa.
Leucopternis occidentalis - Gavilán Dorsigris: endémica de la región tumbesina y con una distribución muy restringida. Mayor presencia en Ecuador, entre los 100 a 2900 m. Clasificado como: en peligro.
Ortalis erythroptera - Chachalaca Cabecirrufa: endémica de la región tumbesina, habita el bosque seco deciduo y el bosque nublado, hasta los 1850 m. Clasificada como: vulnerable.
Penelope barbata - Pava Barbada: endémica de la región Sur de los Andes centrales. Habita el bosque húmedo y el bosque nublado entre 1200 a 3000 m. Clasificada como: vulnerable.
Penelope albipennis - Pava Aliblanca: endémica de la región tumbesina y restringida en distribución a los bosques secos en la pendiente occidental de los Andes entre Piura y Lambayeque, entre 300 a 1200 m. Con una población silvestre de menos de 250 individuos. Clasificada como: críticamente amenazada.
Leptotila ochraceiventris - Paloma Ventriocrácea: endémica de la región tumbesina. Encontrada en una variedad de bosques hasta los 2650 m. Clasificada como: vulnerable.
Aratinga erythrogenys - Perico Cabecirroja: endémico de la región tumbesina y encontrado localmente hasta 2500 m. Clasificado como: casi amenazada.
Leptosittaca branickii Perico Cachetidorado: especie no-endémica, encontrada entre los 1300 a 3500 m en los Andes, desde Colombia hasta el centro del Perú. Clasificada como: vulnerable.
Pyrrhura orcesi - Perico de Orcés: endémico de la región tumbesina, pero con una distribución muy pequeña en las provincias El Oro, Azuay y Loja, hasta los 1500 m. Clasificado como: en peligro.
Brotogeris pyrrhopterus - Perico Cachetigris: endémico de la región tumbesina y encontrado localmente hasta 1500 m. Clasificado como: en peligro.
Hapalopsittaca pyrrhops - Loro Carirroja: endémico de la región sur de los Andes Centrales. Encontrado entre los 2500 a 3500 m. Clasificado como: vulnerable.
Metallura odomae - Colibrí de Neblina: endémica de la región de los páramos de los Andes centrales (colindante con la región sur de los Andes centrales), pero con una distribución restringida entre Loja y Piura, entre los 2800 a 3300 m. Clasificado como: casi-amenazada.
Taphrolesbia griseiventris - Cometa Ventrigris: colibrí que ocurre muy marginalmente en la pendiente occidental en un sitio en el departamento de Cajamarca. Considerada como especie endémica de la región de endemismo del valle del Marañon y la región de los altos Andes peruanos, entre los 2750 a 3100 m. Clasificada como: en peligro.
Andigena hypoglauca - Tucán-andino Pechigris: especie no-endémica, encontrada en el bosque nublado de Colombia, Ecuador y Perú, entre los 2400 a 3350 m. Clasificada como: casi amenazada.
Campephilus gayaquilensis - Carpintero de Guayaquil: endémico de la región tumbesina. Encontrado en bosque seco deciduo hasta los 1500 m. Clasificado como: casi amenazada.
Synallaxis tithys - Colaespina Cabecinegruzca: endémico de la región tumbesina. Registrado hasta los 1100 m. Clasificado como: en peligro.
Synallaxis zimmeri Colespina Ventrirrojiza: distribución muy restringida a la Cordillera Negra en el departamento de Áncash y el vecino departamento de La Libertad. Considerado como endémica a la región de endemismo de los altos Andes peruanos. Clasificado como: en peligro.
Syndactyla ruficollis - Limpia-follaje Cuellirrufo: endémica de la región tumbesina. Registrada entre los 400 a 2900 m. Clasificada como: vulnerable.
Hylocryptus erythrocephalus - Rascahojas Capuchirrufo: endémica de la región tumbesina. Registrada entre los 400 a 1900 m. Clasificada como: vulnerable.
Myrmeciza griseiceps - Hormiguero Cabecigris: endémico de la región tumbesina. Registrado entre los 600 a 2500 m. Clasificado como: vulnerable.
Phytotoma raimondii - Cortarrama Peruana: endémica de la región tumbesina y restringida completamente en distribución a la costa noroeste de Perú. Registrada hasta los 550 m. Clasificada como: en peligro.
Lathrotriccus griseipectus - Mosquerito Pechigris: endémico de la región tumbesina. Más común hasta los 800 m, raramente encontrado hasta los 1700 m. Clasificado como: vulnerable.
Ochthoeca piurae - Pitajo de Piura: endémico de la región tumbesina y restringido en distribución a la vertiente del Pacífico del norte de Perú, entre los 1500 a 2800 m. Clasificado como: casi amenazada.
Tumbezia salvini - Tirano de Tumbes: endémico de la región tumbesina y restringida en distribución a Perú. Aunque encontrada debajo de los 200 m, representa una especie poco conocida y merece más atención en cuanto a estudios en las estribaciones de los Andes. Clasificada como: casi amenazada.
Pachyramphus spodiurus - Cabezón Pizarroso: endémico de la región tumbesina y encontrado mayormente debajo de los 700 m, aunque localmente hasta los 1100 m. Clasificado como: en peligro.
Carduelis siemiradzkii - Jilguero Azafranado: endémico de la región tumbesina y encontrado mayormente debajo de los 600 m, aunque estacionalmente hasta los 1300 m. Clasificado como: vulnerable.
Conothraupis speculigera - Tangara Negro-y-Blanco: especie no-endémica y migratoria entre la selva/oriente y la costa pacífica. Clasificada como: casi amenazada.
Buthraupis wetmorei - Tangara-de-Montaña Enmascarada: endémica a la región de los páramos de los Andes centrales (colindante con la región sur de los Andes centrales), donde habita el ecotono entre el bosque enano y el páramo, entre 2900 a 3600 m. Clasificada como: vulnerable.
Saltator cinctus - Saltador Enmascarado: especie no-endémica y encontrada en bosque nublado desde los Andes centrales de Colombia hasta el norte de Perú, entre los 1700 a 3100 m. Clasificada como: casi amenazada.
Amenazas
Los últimos relictos de bosques de las vertientes occidentales y consecuentemente las especies de aves que los habitan enfrentan una serie de amenazas. Las principales son la deforestación debido a la extracción de leña y madera, alteración de la estructura del bosque (el sotobosque) por presencia de ganado, el sobre pastoreo, la cacería (incluyendo el tráfico de especies como mascotas) y la expansión de la frontera agrícola, esta última que es lograda con la quema de bosques y matorrales. La situación actual presenta a los bosques de las vertientes occidentales como paisajes de hábitats altamente fragmentados y con tamaños cada vez menores.
Áreas prioritarias
El programa global de Bird Life International de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (IBA), presenta una herramienta para clasificar sitios importantes y que merecen ser conservados. Este programa multiinstitucional ha permitido la creación de directorios IBA para cada país. Las IBA de interés en la vertiente occidental están listadas en el
Tabla 2 y el Figura 2 muestra la ubicación de estos sitios. La importancia del programa de las IBA se basa en su capacidad de una difusión internacional sobre sitios importantes para la conservación de la biodiversidad, no solamente las aves. En este sentido el programa provee una base adecuada para incluir información complementaria de otras ramas de la ecología, como la botánica, a fin de ir mejorando el grado de conocimiento de estos últimos bosques.


En el ámbito regional existe el consorcio binacional de «Bosques Sin Fronteras», conformado por ONGs e instituciones de Perú y Ecuador. Miembros del consorcio como la Fundación Jocotoco y Naturaleza y Cultura International de Ecuador son propietarios de importantes bosques en la región como Utuana (EC079), Buenaventura (EC071), La Ceiba (EC081) y Laipuna. En el lado peruano, iniciativas para la compra de bosques son escasas. Sin embargo, dentro del consorcio es importante mencionar el trabajo de la Asociación Naymlap con la Área de Conservación Privada Chaparri (PE018), el trabajo de ProAvesPerú con los bosques de Suyo-La Tina (PE004), Cuyas (PE005), Aypate (PE006) y la Zona Reservada de Laquipampa (PE015) y los proyectos de la Universidad de Piura en los bosques de Mijal y Chalaco, aunque se desconoce la importancia de estos últimos dos bosques en términos de su avifauna.
Otras reservas estatales y privadas en el lado ecuatoriano incluyen el Bosque Protector Casacay, el Parque Nacional Podocarpus (EC085), el Bosque Protector Columbo-Yacuri (EC086), el Bosque Protector Jatumpamba Jorupe (EC077) y la reserva Tambo Negro (EC078). Mientras en el lado peruano reservas estatales están limitadas a la Zona Reservada de Laquipampa (PE015) y el Santuario Nacional Calipuy (PE023). Sin embargo, es importante destacar que aunque existen varias áreas protegidas estatales entre los dos países, en algunos casos estos sitios carecen de un manejo adecuado.

El Neotropico










El Neotropico


El Neotrópico es un ecozona terrestre que incluye América del Sur, Centroamérica, y el Caribe. Tiene fauna y flora diferente de la región neártica por su separación temprana del continente del norte. Esta ecozona incluye Sur y Centroamérica, las tierras bajas mexicanas, las islas caribeñas, y Florida del Sur, porque estas regiones comparten un gran número de plantas y grupos de animales. A veces se usa el término como un sinónimo para el área tropical de América del Sur, aunque la ecozona también incluye la zona templada de América del Sur.
El Neotrópico o región neotropical incluye los mayores bosques tropicales (la selva húmeda tropical y subtropical) que cualquier otra
ecozona, extendiéndose desde el sur de México a través de Centroamérica y norte de Sudamérica al sur de Brasil, incluso la inmensa selva del Amazonas. Estas ecorregiones de la Selva húmeda son unas de las reservas más importantes de biodiversidad en la Tierra. La deforestación extensa a finales del siglo XX, ha reducido esta diversidad en alto grado.
Estos selvas son el hábitat de diversos pueblos indígenas o aborígenes que vivien en ellas y mantienen sus variantes culturales autónomas y tradicionales de subsistencia dentro de este ambiente. El número de tribus se encuentran relativamente intactos de la influencia externas, continúan rechazando significativamente, la cultura occidental, la urbanización, caminos, las industrias deforestadoras que usurpan la tierra y destruyen el ambiente.
Exclusivamente en América del Sur hay unos 350 a 400 idiomas indígenas o dialectos hablados aún (se estima que había 1.500 en los primeros contactos con los europeos), hay aproximadamente 37 familias de idiomas diferentes y un gran número aún no clasificados de idiomas. Muchos de estos idiomas y sus culturas están en peligro. La conservación de la zona neotropical es una preocupación política candente, y hay muchos argumentos sobre el desarrollo que juega en contra de los indígenas, los derechos ecológicos y la propiedad de recursos naturales.
La ecorregión del bosque templado de América del Sur, que es denominado Bosque andino patagónico, incluyendo el bosque templado lluvioso o Bosque valdiviano y el Bosque magallánico y el Archipiélago Juan Fernández e Islas Desventuradas (ver Chile insular), es un refugio para la flora Antártica antigua que incluye los árboles del género Nothofagus, denominados Hayas del sur, Podocarpus, Alerces (Fitzroya cupressoides), y a las gimnospermas del género Araucaria (Araucaria araucana).
Estos bosques magníficos están en peligro por el reemplazo rápido y creciente con
pinos no nativos o exóticos y eucalipto.

América del Sur era originalmente parte del supercontinente de Gondwana que incluía Africa, Australia, India, Nueva Zelanda, y Antártica, y la región neotropical comparte muchas plantas y linajes de animales con estos otros continentes, incluso los mamíferos Marsupiales y la flora Antártica. Después de la última separación de la Gondwana, América del Sur se dirigió al norte y hacia el oeste, y se unió posteriormente con América del Norte por la formación del Istmo de Panamá que permitió un intercambio biotico entre los dos continentes denominado el Gran Intercambio Americano. Las especies ancestrales de Sudamérica como los antepasados de la zarigüeya de Virginia (Didelphis virginiana) y los armadillos pasaron a América del Norte, y a los mamíferos ancestrales norteamericanos como los camelidos de América del Sur, incluso la llama (Lama glama), emigraron hacia el sur. El efecto a largo plazo de este intercambio fue la extinción de muchas especies Sudamericanas, principalmente por el superposición de habitat con las especies norteñas.
Treinta y una familias de aves son endémicas al la región neotropical, el doble de cualquier otra ecozona. Ellas incluyen las Rheas, los tinámidos, los tucanes. Las familias animales autóctonas originalmente únicas del Neotrópico incluyen:
Orden
Xenarthra: armadillos y perezosos
Monos del nuevo mundo o platyrhinos
los roedores caviomorfos
Caviomorpha, incluyendo Capibara, los conejillos de Indias Familia Caviidae, las chinchillas
las zarigüeyas (Didelphimorphia) (orden
Didelphimorphia), y otras algunas zarigüeyas o comadrejas primitivas del (orden Paucituberculata) y el raro "monito del monte" (Dromiciops australis), marsupial del orden Microbiotheride, emparentado con los marsupiales australianos.
Picaflores (familia Trochilidae)
Especies de plantas originales que incluye el Neotrópico.
Papa (
Solanum tuberosum) y el tomate (Solanum lycopersicum)
Cacao (
Theobroma cacao), de donde se obtiene el chocolate





martes, 1 de julio de 2008

Aves Del Piura




























Garcita Blanca:

Nombres: Garcita BlancaInglés: Snowy EgretCientífico: Egretta thula
La Garcita Blanca es un ave grande (58 cm), toda blanca con patas negras y dedos amarillos, piernas negras y patas amarillas. Los juveniles tienen las partes superiores de las piernas negras por delante y amarillas por atrás y las patas amarillo verdoso. Las patas amarillas y piernas negras son distintivas y dan la impresión de que tiene puestas zapatillas. El pico es largo y negro con base amarilla. Se puede confundir con la Garza Grande que es bastante más grande y con la Garcita Bueyera que es más pequeña y tiene las piernas y el pico amarillos o con los juveniles de la Garcita Azul.
La Garcita Blanca habita en los humedales y en las orillas de los ríos y lagunas. También se le encuentra en playas, bahías tranquilas y campos de cultivo anegados como arrozales. Se alimenta de peces y otros animales acuáticos. El cuello largo tiene músculos que le permiten lanzar el pico con mucha velocidad y capturar su alimento, al igual que un como un látigo. Es gregaria y generalmente se le encuentra en grupos grandes.
Se le encuentra en toda la costa del Perú y en toda la Amazonía en humedales y ríos. Su distribución es a lo largo de todo el continente americano.















Historia
Las garzas fueron cazadas hasta casi la extinción en el siglo pasado porque sus plumas como adorno en los sombreros de mujeres (llamadas "aigrettes") se pusieron de moda a comienzos de siglo XX en Francia.
Los sombreros de moda usaban muchos tipos de plumas pero entre las mas codiciadas estaban las de la
Garza Grande y las de la Garcita Blanca.
Se requerían 300 garzas para producir un kilo de plumas y el valor de las plumas por peso era igual que el del oro.
En París cerca de 10,000 personas se dedicaban al comercio y tratamiento de plumas para sombreros. En Londres, una sola firma sacrificaba 200,000 garzas al año para la confección de adornos de sombreros.


















Además recordemos que estas plumas solo se generan durante la época de reproducción, con lo que se aceleraba el daño a la especie al matar a la madre con polluelos o huevos recién puestos (datos sacados de la página de Arthur Grosset)
INTRODUCCIÓN:
Durante la temporada de anidación a la Garza Blanca (Ardea alba) le crecen unos plumones en la parte posterior del cuerpo. Estos plumones son de apariencia suave y frágil. A fines del siglo XIX se tornó la moda el usarlos de adorno en los sombreros femeninos. La caza de estas aves aumentó a como diera lugar. Como estas plumas sólo crecen durante la temporada de cría, en los nidos las atrapaban sin preocuparse por los pichones, que eventualmente también perecían. Estuvo muy cerca de extinguirse. Por suerte la moda cambió.




DISTRIBUCIÓN:
La Garza Blanca la podemos ver en prácticamente todas partes del mundo. Sólo se ausenta de las regiones árticas. Existen ciertas diferencias en su apariencia de acuerdo a la localidad. Estas diferencias se identifican como subespecies y se limitan al color de las patas y el pico; pero el aspecto erguido es el mismo en todas ellas.

ELEVACIÓN:
Se le documenta desde el nivel del mar hasta los 1500 metros de elevación, aunque se le ha visto a mayores elevaciones, llegando hasta los 4100 metros.

DESPLAZAMIENTOS:
Las poblaciones que anidan al norte, y al menos algunas al sur, de su distribución migran para invernar en regiones más cálidas. Las otras poblaciones son sedentarias.

ESTATUS:
En el presente se le estima común. A finales del siglo XIX estuvo en serio peligro de ser exterminada.

HÁBITAT:
Se mantiene en las orillas de los depósitos y cursos de agua; dulce, salobre y salada. Frecuenta las marismas y otros lugares cubiertos por agua de poca profundidad.











HÁBITOS:
Se le ve solitaria y en agrupaciones considerables. Es posible verla pescando en proximidad de otras aves acuáticas. Duerme en congregaciones que pueden contar con cientos de ellas.

VUELO:
Una vez estabilizado el vuelo, bate las alas lentamente. El cuello lo mantiene curvado en forma de “S” hacia atrás, la cabeza y el pico sobresalen al cuerpo. Las patas, extendidas hacia atrás, sobrepasan la cola.

REPRODUCCIÓN:
Anida en colonias de varias especies de garzas. El nido lo construye sobre todo tipo de vegetación; hierba alta en la orilla de los estanques, manglares, árboles. La nidada consiste de uno a seis huevos color celeste o azul pálido verdosos. La incubación toma unos 25 días y es efectuada por los dos padres. Los pichones empiezan a salirse del nido a los 21 días y se valen por sí mismo a las seis semanas.

ALIMENTACIÓN:
Se alimenta de peces, anfibios y reptiles que logra atrapar. Complementa su dieta con pequeños mamíferos, pequeñas aves, crustáceos, moluscos, insectos y lombrices. Se le ve parada o caminando lentamente en la orilla de los ríos y lagos, y en los estuarios de poca profundidad. Es posible que pesque desde afuera del agua o internándose donde la profundidad sea desde apenas la tierra húmeda hasta donde el agua le de por el pecho. A menudo la vemos pescando sola o en grupos de su propia especie, al igual que en compañía de otras garzas blancas y aves acuáticas. Aunque es algo problemática cuando pesca en compañía de otras aves porque le gusta robarse lo que las otras pescan, y entre ellas mismas es usual que cuando se acercan mucho ocurran conflictos.

Esta garza pesca durante las horas del día, retornando al nido o percha al atardecer para dormir hasta el alba. Aunque si hay noche clara, es posible ver alguna trasnochando a la luz de la luna.
Graza Blanca (Ardea alba) con plumones y región loral verde esmeralda.

DESCRIPCIÓN: Descripción general:
Ésta es una de las garzas grandes. La más grande de todas las garzas blancas después de la fase blanca de la
Garza Ceniza. De longitud mide entre 88 y 104 cm. El peso es de unos 900 gramos, alcanzando algunas el kilogramo. Un ejemplar grande puede lograr una envergadura en las alas de 1.45 metros. En promedio, los machos son ligeramente más grandes que las hembras, de lo contrario, los géneros son de apariencia similar.



Plumaje:
El color del plumaje es blanco todo el año, excepto por las áreas faciales. Una línea negra corre por debajo de los ojos y se extiende desde el pico hasta poco más atrás de los ojos. Esta línea, que es relativamente estrecha y no muy grande, sirve para identificar a la Garza Blanca de todas las otras garzas blancas ya que es la única especie que la tiene.

Las áreas entre el pico y los ojos (región loral) son muy pálidas de un color amarillento con cierta tonalidad verde. Durante la temporada de cría estas áreas cambian a un color verde esmeralda mucho más intenso. Este cambio se nota en las cuatro subespecies.

Los plumones de la temporada de cría que les crecen en la espalda a los adultos son blancos.




Pico:
El pico es largo, relativamente agudo y puntiagudo. En la subespecie de las Américas (Ardea alba egretta) el color predominante del pico es amarillo; la punta puede ser oscura. Durante la temporada de cría el color amarillo puede cambiar a una tonalidad rojiza o anaranjada con parte del culmen (mandíbula superior) siendo oscuro.

En las otras subespecies predomina el color amarillo en el pico excepto por la temporada de cría que se puede volver oscuro. Es posible que todo el pico sea oscuro, o sólo de la mitad hasta la punta. En la subespecie de Europa, norte de África y Asia occidental (Ardea alba alba), durante el tiempo de cría es posible que de la mitad del pico hasta la cabeza se torne rojizo, mientras que de la mitad a la punta sea oscuro.

Patas:
Las patas son largas. En la subespecie de las Américas y la subespecie de África al sur del Sahara (Ardea alba melanorhynchos) son oscuras. En la subespecie de Europa son oscuras con diferente cantidad de amarillo. En la subespecie de Asia oriental y Australia (Ardea alba modesta) son oscuras con diferente cantidad de amarillo excepto en la temporada del celo que se tornan rojizas.

Sonidos:
Entre las demostraciones de agresividad emite un gruñido que algunos autores describen como graznido.


La Garza Blanca es una especie fácil de distinguir en proximidades de ríos, lagos y lagunas.

También en la costa del mar.

Te decía que es fácil de ver en esos ambientes, por su tamaño y por el color muy blanco de su plumaje, que contrasta con los colores del paisaje.

Su pico es amarillo, y sus patas oscuras.